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Educación disruptiva en contextos convencionales: charla sobre el futuro de la universidad con Alejandro Piscitelli

Publicado el

08.10.2015 19:00h
Lugar: Medialab Prado (Madrid)

El pasado 8 de octubre el profesor Alejandro Piscitelli acudió a Medialab-Prado para charlar con la comunidad del Máster CCCD sobre la precaria situación de los sistemas educativos formales y las oportunidades de «ruptura» que disponen. Alejandro estuvo acompañado de otras personalidades de las disciplinas humanas y de la innovación educativa como Juan Freire, Carlos MagroJoaquín Rodríguez o José de la Peña, entre otros.

Actualmente, la realidad en la que nos desenvolvemos es ciertamente confusa. En palabras de Piscitelli, las principales características de la modernidad contemporánea pueden resumirse con el acrónimo «VUCA» (Volatile, Uncertain, Complex and Ambiguous). Vivimos en un «mundo VUCA» que reconstruye y polariza las incontables oposiciones cotidianas: trabajo vs. tiempo libre; lúdico vs. serio; digital vs. analógico; … Estas discontinuidades hacen emerger todo tipo de conflictos desde ambos lados de los polos: el trabajo es una esfera absolutamente separada del tiempo libre, las situaciones lúdicas no pueden confundirse con las serias y a «lo digital» le cuesta entender el «mundo analógico» (el cual, a su vez, le teme). Y así sucesivamente.

Se hace, entonces, imprescindible la reconstrucción de nuevos marcos conceptuales hackeando y «rompiendo» con los mecanismos tradicionales de transmisión de conocimiento; especialmente aquellos que aluden al «científico» o especializado. Es imprescindible intervenir sobre (1) el espacio, (2) la literatura, (3) las metodologías de aprendizaje y (4) los sistemas de evaluación propiciando la cristalización de (5) nuevos ámbitos de conocimiento a través de la hibridación entre conocimientos técnicos (ingenierías, arquitecturas, …) y disciplinas humanas (filosofía, historia, …). Es decir: propiciar la definitiva emergencia de las humanidades digitales.

Uno de los pilares principales de dicha intervención sin duda debería ser la sustitución de la «pedagogía de las respuestas» convencional por la «pedagogía de las preguntas»: la universidad debe enseñar a preguntar; a articular problemas o interrogantes que merecen ser investigados antes que invitar a memorizar todas las soluciones.

En este sentido, todos los presentes estuvieron de acuerdo en que el actual formato de la educación normalizada presenta los siguientes inconvenientes:

  1. Su rigidez burocrática hace extremadamente difícil la implementación de innovaciones educativas (que cuando se producen resultan absolutamente frágiles y volátiles),
  2. Existe un problema de «escalabilidad»: normalmente las experiencias disruptivas en educación exigen de una extraordinaria disposición de recursos técnicos, económicos y humanos que las hacen difícilmente generalizables. Cuestiones como esta pueden estar ya dando sustento cultural e institucional a la hiper-burguesía global.