Licencias libres musicales y nuevos medios de difusión a través de Internet.

“Mucho de lo que nos sorprende de internet deriva de las cuatro culturas que ayudaron a su creación: la tecnociencitifica, que da transparencia a Internet; la hacer, que se funda en el valor de la creatividad, la generosidad de sus miembros y el respeto a los pioneros; los emprendedores y las comunidades virtuales, que son las encargadas de dar voz a cualquier persona, sean cuales sean sus intereses. Estos elementos dan a Internet una transparencia que choca con las estructuras básicas de las sociedad y que deben adaptarse a esta nueva realidad”

Se quiere analizar el campo alternativo del intercambio y difusión de cultura lejos de gestoras de derechos autoritarias junto a mercados monopolistas y llevar a cabo una plataforma de cultura libre, basándose en software libre y donde el remix sea un pilar fundamental y apoyándose en la importancia de las esferas de comunidad ciudadana. Para ello el estudio de investigación se centrará en las siguientes figuras: disc-jockey, músicos, aspectos jurídicos, usuarios, artes gráficas y programas que ayudan a la difusión de la música de forma gratuita a través del streaming.

Esta argumentación cada vez está siendo más refundada por usuarios, artistas y creadores de estas vías como cita Larry Lessig, “la cultura que los jóvenes están produciendo todo el tiempo; tomando las canciones actuales y los temas antiguos y remezclandolas para convertirlas en algo diferente. Es la forma en la que ellos entienden el acceso a la cultura”.

Los propios usuarios han cambiado de rol, de receptor a emisor reforzando el camino de flujo de cultura, existen ejemplos como el del Dj Vadim que utiliza CCmixter, una comunidad dedicada a la remezcla musical. Donde más de tres mil personas han descargados las propuestas de Vadim en ccMixter y han creado más de 500 nuevas mezclas.

Pero estas iniciativas se ven revestidas por un telón de ilegalidad, por las presiones des gestoras de autores y discográficas que ancladas en el pasado impiden el crecimiento de estas nuevas herramientas de producción musical. Como anota Manuel Castells “el movimiento de software libre ejemplifica una forma de organización de la producción y la distribución en una economía del conocimiento que se basa en la propiedad común de la innovación, mediante la colaboración libre de los creadores, y la apropiación privada y comercial de las aplicaciones y productos derivados de esa creación. No se trata de abolir la propiedad privada, sino la propiedad rentista y parásitos que bloquean la innovación y la distribución de la riqueza de la humanidad”.

La legislación española anota en el art 44.1 que “Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tenemos derecho” en el art. 149.2 también se reconoce que el “estado considerará el servicio de la cultura como deber y atribución esencial” choca con las restricciones de la larga vida de los derechos sobre las obras, en el caso español 70 años después de la muerte del autor, por lo tanto una pieza musical es casi inaccesible para el dominio público, por lo tanto mucha de esas obras tienen una única vida que en innumerables ocasiones pasa inadvertida para la sociedad o queda renegada al ostracismo rápidamente, pero el bien cultural esta alargando su vida en el propio momento de su creación (concierto convidados con streaming) y en el bien terminado, creando obras transformadas que dan otra vida a la obra original.

Como expresa Richard Stallman, propulsor del software libre, es peligroso estar ligados a empresas privativas en elementos procomunes como la educación, aunque también se puede expandir al sector musical, por que se anula el derecho a compartir, enseñar, colaborar conjuntamente.

En el caso del streaming cabe destacar ciertas plataformas que ayudan a la difusión gratuita de música en directo como MIXLR en el que junto a varias radios que emiten en directo encontramos jóvenes djs que de forma gratuita ofrecen sesiones en riguroso directo. Estos soportes, gracias al abaratamiento del software tecnológico, como menciona Yaoi Benkler, que permiten reproducir y emitir en directo música desde casi cualquier dispositivo (no sólo ordenadores sino incluso smartphones), abre el mercado de la promoción cultural musical para los amateurs que pueden proyectarse sin necesidad de costearse dispositivos, anteriormente inaccesibles para la mayoría de actores dentro de la escena musical, que quieren darse a conocer.

Los sistemas P2P perfilan el futuro del streaming ya que permiten una transmisión de datos mayor con la posibilidad de emitir vídeo además de audio sin problemas de caídas de red u otro tipo de cortes. Dentro de este marco encontramos el sistema de los creadores de BitTorrent, una de las principales plataformas de P2P, LiveBitTorrent aún en fase beta y que a través de la instalación de un programa en nuestro ordenador permite la retransmisión en directo de cualquier tipo de evento.

Spotify es otro sistema que se lanzó a la emisión en streaming en 2010 retransmitiendo un concierto en la sala Koko de Londres, de igual forma que el anterior requeriría de la instalación de una aplicación dentro del programa y esta solo posibilitaría la emisión de audio en directo. Según declaraciones del manager de Spotify en Europa, Jonathan Foster “proporcionar a los usuarios acceso a buena música en directo en su propia casa es la siguiente etapa de la experiencia Spotify”[1].