Santiago García Gago

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Democratizar la palabra (digital)

Marcos conceptuales de las radios comunitarias de América Latina para la promoción y defensa del derecho a la comunicación en la sociedad digital

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Fue a finales de los años 70 cuando comenzaron a surgir voces que, con cada vez más fuerza, proponían la necesidad de considerar la comunicación como un derecho y rescatarla del ámbito del mercado y de quienes sólo querían negociar con ella. El derecho a la comunicación, aunque hasta la fecha no haya sido reconocido oficialmente como tal, se convirtió en el argumento central de toda una narrativa elaborada por los movimientos de comunicación comunitaria de América Latina para exigir la democratización del acceso a las frecuencias de radios y televisión que permitían crear medios de comunicación social. Frecuencias que, en su mayoría, estaban concentradas en unas pocas empresas privadas (Becerra y Mastrini, 2007). Las radios comunitarias, fieles a sus principios de ser espacios de resistencia y herramientas para la promoción de cambios sociales, fueron quienes abanderaron gran parte de las campañas por la democratización de los medios (Gumucio, 2001; López Vigil, 2005).

Sus demandas fueron ampliamente respaldadas por organismos internacionales como la UNESCO o la OEA, que establecieron en sus pronunciamientos la necesidad de garantizar el acceso a los medios para “materializar” el ejercicio de la libertad de expresión, de opinión o de acceso a la información, las cuales que se agrupan bajo el denominado derecho a la comunicación. Esos mismo organismos, exhortaron a los Estados a fomentar la diversidad y pluralidad de los medios de comunicación, permitiendo que los sectores más desfavorecidos tuvieran la posibilidad de crearlos, como garantía de democracias más más justas y equitativas (OEA, 1985; MacBride, 1987; FIP, 2016). Avalados por estos argumentos, las radios comunitarias junto a otras organizaciones sociales, elaboraron marcos conceptuales que motivaron la acción colectiva logrando incluir en las legislaciones de varios países de América Latina el reconocimiento de los medios comunitarias y el derecho de la sociedad civil de obtener frecuencias de radio y televisión para fundar sus propios medios (AMARC, 2010; León, 2013).

Pero las radios y medios comunitarios, al igual que el resto de medios de comunicación, se encuentran actualmente ante un nuevo escenario. La llegada de las tecnologías digitales amplía la posibilidad de crear medios de comunicación a un espectro más amplio de la ciudadanía. Sin embargo, los intereses de las grandes empresas provocan, de nuevo, la concentración y el monopolio de las herramientas -y esta vez es a escala global- que permiten la creación de medios en este nuevo escenario digital. Si antes los intereses privados se esforzaron en acaparar el espectro radioeléctrico hoy son las empresas tecnológicas las que privatizan y controlan las TIC digitales (Alcantara, 2008; Vaidhyanathan, 2011). Herramientas que ofrecen la posibilidad de un ejercicio más amplio y democrático del derecho a la comunicación pero que están condicionadas por un contexto mucho más complejo y multidimensional en el cual, la comunicación y la información se posicionan como el valor fundamental de un nuevo orden económico global (Morozov, 2017; Bernasek y Mongan, 2017).

Por todo ello, desde diferentes ámbitos, surgen voces que plantean la necesidad urgente de proteger las tecnologías digitales (Lafuente, 2007; Hache, 2014). Algunas radios comunitarias se están sumando a estas propuestas y, al igual que en su día comenzaron a exigir que el espectro sea considerado patrimonio de la humanidad para evitar su mercantilización y así democratizar el derecho a la comunicación, hoy reclaman que no se privaticen los “comunes digitales” (Benkler, 2003) que permiten “materializar” ese derecho en la sociedad digital. Estas reivindicaciones no pasan solamente por promover una Internet libre y neutral, sino que hablamos también del uso de servidores autónomos donde alojar la información, de qué software utilizamos para editar, automatizar o hacer streaming en una emisora; también nos referimos a los contenidos digitales y las legislaciones de derecho de autor que los regulan, del uso de redes sociales federadas que protegen nuestra privacidad o de las medidas de seguridad digital que tomamos para comunicarnos por correo electrónico.

A través de la presente investigación pretendemos analizar los marcos conceptuales elaborados y sistematizados por las radios comunitarias para defender el derecho a la comunicación y promover el acceso al espectro radioeléctrico entre mediados de los noventa y los primeros años del nuevo siglo, y contrastarlos con las narrativas que algunas radios comunitarias están construyendo actualmente para promover tecnologías y comunes digitales libres, seguros y abiertos que garanticen el ejercicio pleno y democrático del derecho a la comunicación en la sociedad digital.

En el primer capítulo haremos un recorrido histórico sobre la importancia de las radios comunitarias en América Latina y la evolución del derecho a la comunicación, así como las recomendaciones internacionales que vinculan estrechamente a estos medios con el ejercicio de ese derecho. Posteriormente, nos adentraremos en las particularidades del nuevo escenario marcado por las TIC digitales y como estas tecnologías reconfiguran, no sólo a los medios, sino también el orden social. Para por último, aproximarnos a las diferentes propuestas conceptuales para la protección de dichas tecnologías.

@RadiosLibres

Comunicador y radialista apasionado. Trabajo en RadiosLibres.net, portal que difunde la cultura y el software libre entre medios comunitarios de América Latina.